El 1 de abril es el Día del Donante de Médula Ósea en Argentina. La elección de este día coincide con el 20 aniversario de la puesta en marcha del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI. Este registro es parte de la Red Internacional World Marrow Donor Association (WMDA) en el cual la donación de médula ósea se rige por el principio de solidaridad internacional y que, actualmente, cuenta con casi 41 millones de personas anotadas en los registros de distintos países.
Muchos de los cánceres de la sangre van a requerir que el paciente reciba un trasplante de médula ósea. Esta opción terapéutica se conoció en 1957, cuando se publicó el primer artículo sobre esta técnica realizada por el Doctor Edward Donnal Thomas, quien recibió el Premio Nobel de Medicina en 1990.
El trasplante de médula es, hoy en día, una de las opciones más usadas en el tratamiento de los cánceres oncohematológicos en los cuales hay casos donde el paciente se podrá realizar un autotrasplante (autólogo) y en otros casos se requerirá de un donante (alogénico) dependiendo de cuál es la enfermedad de base del paciente.
Pero, ¿qué es la médula ósea y que función tiene en el organismo?
"La médula ósea es un tejido que está dentro de los huesos y que tiene, entre sus funciones, generar y luego enviar a la sangre los glóbulos rojos (que son los que transportan el oxígeno), los blancos (que deben defender al organismo) y las plaquetas (para la coagulación en caso de sangrados o heridas)", explica el médico hematólogo Bruno Wannesson (MN 137.899), Jefe del Servicio de Hemoterapia de FUNDALEU.
El trasplante de médula ósea también es utilizado en otras enfermedades. "Hay casos en los que se realizan estos trasplantes para ciertos tumores sólidos, para algunas enfermedades del metabolismo que son poco frecuentes y para algunas enfermedades del sistema inmunológico", agrega Wannesson.
¿Se puede recibir médula ósea de cualquier persona?
"No, las células del organismo tienen una identificación en su superficie que es propia de cada individuo. Esto suele repetirse entre donantes relacionados, específicamente entre hermanos, con los que uno puede llegar a compartir la compatibilidad. Fuera de la familia es más difícil que se dé la compatibilidad; se estima que es de aproximadamente 1 en 3000 inscriptos en el registro de donantes voluntarios. De allí la importancia de inscribirse como donante potencial", explica Wannesson.
¿Cómo se realiza la donación de médula ósea?
"Principalmente, la donación de médula ósea se hace a través de la donación por sangre periférica. Esto consiste en extraer de una vena del brazo la sangre y, a través de un procesador celular, seleccionar las células madres para la sucesiva donación. Pero hay casos en los que se necesita que la fuente sea directamente de la médula. En estos casos, la extracción se realiza en un quirófano donde se seda al paciente y se le realiza una punción en el hueso que está por encima de la cadera. No es riesgoso para el donante y los cuidados posteriores son solo reposo sin actividad física además de los cuidados de la sedación".
¿Cualquier persona puede ser donante?
"Para donar médula ósea existen los mismos requerimientos que para donar sangre. Es decir que, para inscribirte como potencial donante de médula, primero hay que donar sangre que va a dar la aptitud física para poder ser aceptado y con lo que se va a evaluar los antecedentes de salud y se buscarán si hay antecedentes virales, bacterianos o parasitarios", agrega el especialista.
El caso de Lorena Reboredo
"En el 2014, tuve varias anginas y recorrí varios especialistas, pero todos me daban los mismos medicamentos e incluso uno me indicó un análisis de laboratorio para mononucleosis. Pero como la angina persistía, se me habían hinchado las encías y me estaba por ir de viaje, fui a ver a mi médica clínica con los dos estudios de laboratorio que ya me había realizado en los últimos meses. Cuando los vio me internó y estuve hospitalizada por dos meses".
A Lorena le realizaron una primera punción de médula ósea y así llegó el diagnóstico: leucemia mieloide aguda. Esta enfermedad es uno de los cuatro tipos principales de leucemia. En este caso, es un cáncer que se origina en la médula ósea y se propaga en varias partes del cuerpo.
A partir del diagnóstico empezó la quimioterapia. "Pero cuando los resultados de la quimio no fueron los esperados, me dijeron que íbamos a empezar la búsqueda de un donante de médula. Sin embargo, dentro de mi círculo íntimo, no había nadie compatible conmigo por lo que hubo que buscar un donante en un banco mundial. Aunque las probabilidades eran muy bajas, allí se encontró una persona, desconocida, que era compatible conmigo.
Todo el proceso fue muy difícil. Tuve que tener cuidados extremos, sin contacto con gente que pudiera estar enferma. También restricciones alimentarias y mucha medicación. Además, el cansancio que sentía era tan grande que tenía la sensación de que el cuerpo y la mente estaban deteriorados. Y, aunque por momentos no quería volver más a estar en el hospital, hoy puedo decir que FUNDALEU- en donde me atendí- es mi segundo hogar y que estoy muy agradecida a mi médica Isolda Fernández por toda la contención que recibí de su parte", comparte Lorena.
Lorena actualmente tiene 45 años y trabaja en una empresa de telecomunicaciones. "Mi pareja, actualmente mi marido, fue un pilar fundamental en mi sanación, sin su acompañamiento hoy no estaría acá. Él se mantuvo a mi lado durante toda la internación".
La sorpresa fue que, aunque en un primer momento le dijeron que existía la posibilidad de no poder quedar embarazada, 5 años después, nació su primer hijo que se llama Tomás y hoy tiene 3 años.
Aquí la información para ser parte del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH).